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lunes, 17 de diciembre de 2012

PD. I love you

Día 1
Hoy es el primer día en el que no estas a mi lado  y muero de dolor, no sabes la pena que sentí al verte subir al avión, tal vez suene egoísta pero no quería que te fueras, quiero que estés aquí a mi lado y no del otro lado del mundo, te extraño y no se como sobreviviré tanto tiempo sin ti.

PD. Hoy estrene el diario que me regalaste en navidad, es muy hermoso, definitivamente sabes perfectamente lo que me gusta, nunca me cansare de decirte lo mucho que te amo.
Día 2
La casa se siente tan vacía sin ti, anoche no pude dormir y me la pase abrazando tu almohada mientras lloraba amargamente tu partida, fue un alivio escuchar sonar el teléfono esta mañana y oír tu voz, me alegro que hayas llegado con bien a tu nuevo hogar, yo aún no se como sobreviviré sin ti.

PD. "Te extraño mucho vuelve a mi lado" quise decirte por teléfono pero preferí callar, no quiero sonar egoísta aunque lo sea.

Día 7
Hoy se cumple una semana que partiste de mi lado, y yo aún sigo llorando todas las noches, la gente lo empieza a notar, estoy pensando seriamente en usar lentes oscuros, así me evitare los comentarios tontos de mis compañeros del trabajo, ¿Cuando planeas llamarme, no sabes que me estoy muriendo por escuchar tu voz?

PD. El gato ha empezado a comportarse muy raro desde tu partida, se la pasa metido en nuestro cuarto, rasguñando la esquina que esta cerca del closet, tal vez tenga que llamar al fumigador, no puedo ni imaginarme que haya un nido de ratas.

Día 13
Estos últimos días han sido muy deprimentes para mi, sentada junto al teléfono esperando tu llamada, tengo tres días que no he ido a trabajar con la esperanza que me llames en cualquier momento, hoy en la mañana al escuchar el telefono mi corazón latió rápidamente creyendo que eras tú, pero era mi jefe, ya no puedo seguir con la excusa de que estoy enferma tendré que ir a trabajar.

PD. El gato sigue con sus cosas raras, ya llame a un fumigador pero no ha venido, no se que hacer.

Día 15
No sabes la alegría que me dio,  llegar del trabajo y ver una llamada perdida en la contestadora, escuchar tu voz de nuevo hizo que mi corazón se reanimara, ahora espero anciosamente que sean las 4:00 am para oír tu voz.

PD. No te preocupes por los cambios de horarios, yo me desvelare las horas que sean, sólo por escuchar tu voz.

Día 16
Hoy me quede dormida y no fui a trabajar, pero no me importa algún pretexto se me ocurrirá para decirle al jefe, estoy inmensamente feliz por tu llamada, cuando escuche tu voz no pude evitar llorar cual Magdalena, perdona si me exalte un poco y te reclame por no haberme llamado pero comprende que  el estar lejos es suficientemente difícil para mi, pero que bueno que me explicaste que tenias que adaptarte a la ciudad al horario, a tu trabajo, a tus compañeros y eso te quitaba tiempo para llamarme, pero ahora que tu vida esta más "organizada" me llamaras más seguido.

PD. Por fin pude decirte "Te extraño mucho vuelve a mi lado", me gusto tu reacción, que si las cosas marchan viento en popa pronto estaré a tu lado, descuida mi amor, estaré cruzando los dedos desde aquí para que todo te vaya de maravilla y pronto pueda estar a tu lado.

Día 17
No sabes la regañada que me dio mi jefe, cuando me presente al trabajo, me dijo que desde tu partida me he vuelto un poco irresponsable y que si quería perder mi trabajo iba por buen camino, le dije que eso ya no iba a suceder, que estaba pasando por un mal momento, pero ahora las cosas iban mucho mejor, en fin como castigo por mis días de falta, me dio tanto trabajo, que ni tiempo me dará de escribirte en el diario.

PD. Por fin se digno a venir el fumigador, estuvo checando el cuarto y no encontró nada, pero por si las dudas dejo un poco de veneno para ratas, espero que Melquiades no se las coma, no quiero ser la culpable de la muerte de nuestro gato.

Día 22
No sabes la falta que me hacia escucharte, esto de tener trabajo extra me estaba matando, me da gusto que te lleves bien con tus compañeros de trabajo, ya sabes nada de coquetear con chicas, (me muero de celos con la sola idea). Eso de comunicarnos a través de Skype me parece una idea maravillosa, voy a contar los días para poder vernos.

PD. Melquiades ha desaparecido, tengo miedo que haya comido un poco de veneno y este muerto en algún lado, no se si deba decírtelo el día que nos veamos por Skype, mejor voy a esperar tal vez un día de estos vuelva.

Día 25
Por fin termine todo el trabajo, espero que con eso mi jefe deje de molestarme. Ayer mi madre llamo, conteste porque pensé que serias tu pero de haber sabido que era ella no hubiera contestado, empezó a sermoniarme , con eso de vivir en pecado, que ya es tiempo de que nos casemos, le dije que así somos muy felices, que no es necesario eso de firmar un papel, me dijo más cosas pero creo que no es necesarias contártelas  odio cuando se mete en nuestras vidas, a veces desearía que fuera como tu madre.

PD. Estoy ansiosa de que sea mañana ya quiero verte.

Día 26
Hoy es el día hoy es el día, ya quiero que anochezca.

PD. Espero que te gusten los nuevos cambios en mi.

Día 27
Hoy llegue tarde al trabajo, mi jefe nada más torció la boca, estoy segura de que me va dar más trabajo, pero no importa soy feliz, no pude evitar llorar cuando te vi, si ya se que soy una chillona de primera, pero verte después de tanto tiempo  meritaba mis lagrimas de magdalena. Te ves guapisimo con barba, ¿porque nunca te la habías dejado crecer aquí?. Me alegro que te gustara el nuevo color de mi cabello, nunca había sido rubia así que todavía me siento algo rara, tu departamento es hermoso, ya me imagino estar allí junto a ti.

PD. Melqueades al fin volvió, llore de emoción al verlo cruzar la puerta (si de nuevo llore), aunque todavía sigue terco en estar en el cuarto.

Día 30
No puedo creer que hoy se cumpla un mes de tu partida, aún recuerdo ese triste día en el que me despedí de ti en el aeropuerto, te extraño y mucho.

PD. Tu madre llamo dijo que no ha sabido nada de ti en un mes, ¿Porque no le has llamado?, eres un mal hijo.

Día 33
Tu madre volvió a llamar, me dijo que tu no le avisaste nada del viaje, y como tu no le dijiste nada tuve que contárselo todo, esta molesta contigo y creo que esta en todo su derecho ¿Porque no se lo dijiste?, espero que llames pronto porque me pidió que te comunicaras urgente con ella.

PD. Melqueades ha empezado hacer un hoyo en el piso de madera del cuarto, tengo que admitir que su comportamiento esta comenzando asustarme.

Día 36
¡Como que  peleaste con tu madre!, creí que te llevabas excelente con ella, creo que eso no es excusa para que no le hayas dicho lo del viaje, llámala y soluciona los problemas, suficiente es con que yo pele siempre con mamá.

PD. Me alegra que hayas adoptado un gatito, espero que se lleve muy bien con Melquiades, ya que últimamente es muy raro.

Día 38
Hoy me encontré a Miguel y pregunto por ti, no puedo creer que ni siquiera a tu mejo amigo le hayas dicho lo del viaje ¿Que pasa contigo? parece como si hubieras huido de algo o alguien, y aparte tu madre me ha vuelto a llamar ¿Porque no le regresas la llamada?

PD. Hoy puse el librero en el lugar donde Melqueades estaba haciendo el hoyo, espero que así deje de hacer eso.

Día 40
Últimamente me he encontrado a varios conocidos tuyos, y todos preguntan por ti, al parecer nadie sabe lo de tu viaje, estoy empezando alarmarme un poco ¿Porque no le dijiste a nadie?, ¿Que es lo que escondes?

PD. Tu madre esta muy preocupada por ti y yo igual ¿Porque no has llamado?

Día 42
Tu madre me llamo hoy muy preocupada, dice que llamo a tu trabajo, y que nadie supo darle razones de ti, que tu jefe no sabia nada de ningún viaje, y que simplemente dejaste de ir al trabajo, ¿Que es lo que hiciste?, ¿Donde estas realmente?, ¿Me has estado engañando todo el tiempo?. Por favor llámame que me muero de la preocupación.

PD. Tu madre esta pensando en ir con la policía yo le dije que esperáramos por si te dignas a llamar en cualquier momento, y si no lo haces yo mismo la acompañare.

Día 45
No he parado de llorar estos últimos días no puedo creer que me hayas echo algo así, ¿Porque desapareciste?, ¿Porque no confiaste lo suficiente en mi para contarme lo que estaba pasando?.

PD. Melqueades encontró algo debajo de la madera, esta tarde  decidí averiguar que es lo que había abajo, ¡No puedo creerlo, son restos humanos!, ¿Que hiciste amor?

Día 46
Tuve que hacerlo, anoche mate a Melqueades, no sabes la tristeza que fue meterlo en la bolsa negra y golpearlo repetidas veces con el bat hasta quitarle la vida, pero era necesario amor, te descubrió y yo no podía permitir que los extraños comportamientos del gato alarmaran algún vecino metiche y llamara a la policía, pero no te preocupes lo puse junto a ti, ves ahora somos la familia que siempre soñé  si tan sólo no hubieras decidido irte a trabajar al otro lado del mundo, ahora no estarías bajo el piso de madera junto a Melquiades, tu más que nadie sabes lo egoísta que soy, ¿Creíste que iba dejarte ir?, ahora estarás junto a mi por siempre. Sabes me preocupa tu madre, tengo que deshacerme de ella lo antes posible, sigue con la idea loca de ir con la policía  pero no lo voy a permitir nadie te va apartar de mi lado, nadie.

PD. I love you.









miércoles, 5 de diciembre de 2012

Literatura para gatitos

Edna Michel actualmente estudia Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Universidad Autónoma de San, Luis, Potosí. Nunca ha participado en congresos ni ha publicado nada en revistas locales ni en la de la universidad, no destaca por su promedio, no ha participado en ninguna clase de concursos literarios , odia la poesía y la lingüística, dibuja gatitos en clase, y es la preferida de los profesores para los regaños.
publica su primer libro recopilatorio bajo su propia editorial (c)Cats&birds editorial Literatura para gatitos,  con el objetivo de dar a conocer las obras de  autores "anónimos" de San Luis Potosí y Reynosa, Tamaulipas.

Así de patética seria mi biografía en estos momentos.

Este libro forma parte de un trabajo final, de una de mis materias, tenía que ser impreso para entregarlo, pero por circunstancias de fuerza mayor (llamada hepatitis) no lo pude hacer.

el plan para la portada era imprimirlo en una especie de papel grueso (para que pudiera diferenciarse de las demás hojas), para el contenido usar papel normal, incluirle un listón morado y que en la punta llevara la figura de un gato simulando jugar con el, el listón iría pegado en medio para que pudiera ser usado, se hubiera visto muy lindo.

aqui les dejo el link para que lo lean online
http://issuu.com/ednanamikeane/docs/literatura_para_gatitos?mode=window&backgroundColor=%23222222

sábado, 27 de octubre de 2012

Hasta la muerte (primera parte)

“Un juramento
 Que fue promesa fugitiva,
Una mirada, que fue mentira,
Un panorama que fue como una pincelada,
Que dio a la tarde
Transferencia organdí”
La Fugitiva, Agustín Lara 




- Me prometes que volverás 
- Te lo prometo 
- ¿Me lo juras? 
- Te lo juro, 
- ¿Y me juras que siempre seremos amigas? 
- Amigas hasta la muerte 
- Hasta la muerte, hasta muerte, hasta la muerte… 


María se despertó precipitadamente, hace años que no tenía esa clase de sueño, el avión estaba a punto de aterrizar la aeromoza le pidió abrocharse el cinturón, después de hacerlo se asomo por la ventana, era de noche, solo pequeños puntos amarillos se divisaban desde esa altura, al fin estaba de vuelta en México, y de la nada los recuerdos de ella le llegaron a la mente ¿Donde estará en esos momentos?, ¿aún me recordara?, pero ¿Por qué ahora? ¿Por qué precisamente en México?, Bien pudo haber pensado en ella durante toda su estancia en París pero no lo hizo, nunca le vino a la mente, hasta ahora. 

El viaje de París la había dejado muy cansada, sólo quería llegar a descansar y olvidarse de un futuro incierto, tomo un taxi que la llevo a la casa que no había pisado durante tantos años. Tenía la misma estructura de antes, el jardín había crecido un poco más, estaba repleto de rosas y demás flores hermosas, y en la entrada la esperaba Austece, su madrastra con los brazos abiertos, no había envejecido mucho una ventaja para las extranjeras, pensó. 

Después de tener una charla las dos, María se retiro a descansar estaba totalmente exhausta, subió las escaleras y se retiro a su habitación. Seguía igual que como la recordaba antes de irse a París con excepción de la cama que había sido cambiada por una más grande, sus muñecas se conservaban en el mismo rincón, los peluches estaban sobre el baúl de la ropa y sus fragancias infantiles habían sido cambiadas por unas más juveniles al igual que la ropa de su closet, Un buen detalle de Austece, pensó. 

- Amigas hasta la muerte 

- Hasta la muerte, hasta muerte, hasta la muerte… 
María volvió a levantarse sobresaltada, el mismo sueño había perturbado su tranquilidad, pero no era un sueño, era solo un eco de voces que repiten la misma frase sin cesar. María susurro el nombre de ella, saco debajo de la cama la caja de los recuerdos, la miro algunos segundos la abrió delicadamente tomo las viejas cartas que se encontraban dentro de ella, y en las penumbras comenzó a leerlas, las lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. 

Un grito había perturbado la tranquilidad de esa mañana, Austece había caído de las escaleras, María había corrido en su ayuda al igual que los sirvientes, afortunadamente no había pasado nada grave, sólo se había fracturado una pierna , imposibilitada Austece María se encargo de los negocios de su padre. 

Una tarde Austece recibió una llamada, proveniente de la hacienda del Padre de María el viejo hogar de esta y que tantos recuerdos le traía. 
- Pues veras Remigia me es imposible arreglar ese problema personalmente, tuve un accidente y no puedo viajar 
- Señora es urgente que venga alguien de la familia 
- No hay nadie que lo pueda solucionar, ¿Fulgencio? El siempre fue la mano derecha de mi marido 
Remigía se quedo en silencio por unos segundos 
- No señora no creo que él pueda arreglarlo vera, 
- ¿Qué pasa?-, pregunto María que en ese instante entraba al despacho 
- Permítame Remigía-, dijo Austece. - Hay problemas algunas hectáreas de la hacienda, Remigía dice que es necesario que alguien de la familia vaya a solucionarlo 
- Yo puedo ir-, dijo María sin vacilar 
- ¿Estás segura? 
- Por supuesto creo que me hará bien volver al lugar donde naci 
- Remigía, acabo de solucionar el problema, María ira en mi lugar será de más ayuda que yo en estos momentos 
- Como usted ordene señora. 

María se encontraba recostada sobre Antonio ambos estaban desnudos, ella lo abrazaba tiernamente mientras el besaba con delicadeza su espalda desnuda. 
- Extrañaba estar así-, dijo ella mientras besaba el pecho de Antonio 
- Yo también, pero extrañaba más ver tu rostro, si me hubieras dicho que estabas de vuelta en México hubiera ido a verte en seguida 
- Perdóname pero con el accidente de Austece, he estado muy ocupada 
- Esa no es excusa-, exclamo él 
- Lo importante es que ya estamos juntos de nuevo-, susurro para después besar su pecho tiernamente 
- Pero no por mucho tiempo, ¿Es necesario que vayas tú, no hay nadie que se encargue de eso? 
- Pues Fulgencio podría encargarse, pero desconozco el porqué no lo hace, porque no me acompañas, solo serán unos días 
- Sabes que me encantaría, pero no puedo apenas empiezo a trabajar en el despacho y pedir un permiso, no sería muy conveniente 
- Tienes razón 
- Sólo quiero que regreses pronto 
- ¿Por qué? 
- Porque quiero que te cases conmigo 
- ¿lo dices en serio Antonio? 
- Más en serio que nada en el mundo quiero amanecer a tu lado todos los días de mi vida 
- Yo también quiero anochecer a tu lado hasta el fin del mundo, Antonio 
- Entonces cuando vuelvas, anunciaremos nuestro compromiso 
- Lo que tu pidas Antonio-, respondió María y se fundieron en un abrazo.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Jacinta



Yo lo espero todas las tardes junto a la milpa, porque el prometió que iba a volver y yo le jure que lo iba a esperar; algo me dice que hoy si va a volver por eso me hice mis dos trenzas y me puse los listones que él me regalo en mi cumpleaños, me dijo que me iba a ver re chula con ellos, y ps yo los guarde pa una ocasión especial como la de hoy, me puse la falda que me hizo mi ama cuando aun tenia buena vista ¡ah que chula falda!, la blusa blanca con holanes que le dieron a mi apa cuando vendió la burra y el rebozo de seda que me trajo mi tía de Santa María, me puse un poco de rubor de betabel en los cachetes pa que me vea coloradita ancina es como le gusto, un poquito de eucalipto en los labios pa que cuando me bese no los sienta resecos y ese perjume que vende doña Chona quesque importado de las Europas.

Yo lo espero todas las tardes junto a la milpa, porque el prometió que volvería y porque ancina recuerdo su promesa, en esta misma milpa "cuando acabe la revolución prietita vendré por ti, vas a ver que con Zapata de nuestro lado todo va estar re bien" me dio un beso, me acaricio el cachete, tomo el sombrero del suelo y se alejo perdiéndose entre los matorrales, yo jure esperarlo el tiempo necesario, por eso se que hoy va volver me lo dice mi corazón y a que sorpresota se va a llevar cuando me vea aquí parada junto a la milpa.

Y es que ya quiero que guelva pa darle la noticia que le voy a dar un chilpayate, se va poner re contento, el me prometió que cuando regresara iba a traer harto dinero y que iba a comprarme una casota re grandota, si ya me imagino que jeliz va andar nuestro chilpayate corriendo por toda la casota.

Mi ama me dice que el ya no va a volver que na mas jugo conmigo, mi apa dice que cuando lo vea le va a dar de machetazos, y yo les respondo que si me apartan de su lado o le hacen algo malo, yo me voy a suicidar, mi ama dice que él no vale la pena, pero ellos no entienden lo harto que lo quiero y que una vida sin él no es vida.

Aun me acuerdo cuando lo conocí, iba al pueblo con la Eduviges y la Pancha a comprar listones pa adornarnos las trenzas, pa las fiestas patrias, y en lo que ellas se decidían en comprar listones verde juerte o claro, yo lo vide, estaba parado frente a la plaza a la sombra de un árbol se estaba tomando un agua de horchata y me miraba y a que chiveada me ponía, él se reía de mi mientras se acariciaba los bigotes.

Se acerco a mí y me invito a tomar una agua con él, al principio me negué pero después de tanto insistir ps acecte, me acuerdo de sus palabras que era la más chula del pueblo, que nunca había visto a una mujer más bonita que yo, que disde que me vio supo que yo era la mujer de su vida y ps yo también supe que él era el hombre de mi vida, y por eso me entregue a él antes de que partiera quería que se llevara algo de mí y yo quería quedarme con algo de él.

Ya empezaron a sonar los cuetes del pueblo, las fiestas patrias ya empezaron pero yo no me voy a mover de la milpa porque en cualquier momento él va a llegar, el me lo prometió y yo le jure que lo iba a esperar.

Un grupo de mujeres caminaban por el sendero que llevaba al pueblo, iban a las fiestas del 15 de septiembre, al pasar cerca de las milpas divisaron a Jacinta.
- Mire ama allá esta la Jacinta, ¿Ps a quien esperara todo los días?-, pregunto la más joven del grupo
- Sabe mija la pobrecita esta tan loquita que ya ni sabe a quien espera-, respondió la mujer de mediana edad
- Espera a su revolucionario-, respondió la mayor del grupo-, siempre lo ha esperado desde que la conozco
- ¿Apoco uste le hablaba a la loca de Jacinta tita?
- Éramos re guenas amigas, pobre Jacinta su perdición fue enamorarse del fulano ese, le prometió volver pero solo le mintió, la dejo preñada pero nunca pudo tener al chamaco en sus brazos se le murió antes de nacer, nunca lo pudo superar, la pobrecita aun sigue pensando que lo lleva en su vientre. Sus papás se murieron de la pena al ver lo mal que estaba su hija, naiden pudo hacer nada por ella, no hay día en el que Jacinta este esperando junto a la milpa el regreso de su hombre, toda su juventud, su madurez y parte de su vejez esperando, y así será hasta que dios decida llevársela con él.

La más joven del grupo volteo a ver a Jacinta, una anciana con el cabello canoso recogido en unas trenzas mal hechas adornadas con listones opacos y deshilachados, una blusa amarillenta y llena de hoyos, la falda rasgada un rebozo deshilachado y sin color, unos huaraches rotos, en su rostro se marcaban una infinidad de arrugas, sus cachetes estaban pintados de un rojo intenso, su boca estaba reseca y descarapelada, y sus ojos habían perdido el brillo que alguna vez pudo tener.

-Ándale Macaría, que se nos va hacer tarde y no vamos alcanzar a ver los cuetes-, dijo su madre
- Ya voy ama, ya voy espéreme-, respondió la joven y corrió alcanzar a su madre y a su abuela, dejando atrás a la loca de Jacinta.

sábado, 4 de agosto de 2012

Kafka



 Cuando lo encontré parecía ser un gatito común y corriente, pequeño e indefenso escondido debajo de un coche, su color gris se tornaba oscuro debido a lo sucio que se encontraba, lo tome con cuidado él no se opuso y lo lleve a casa, lo alimente, lo cuide y le di todo el amor que se le puede dar a una mascota.

Lo llame Kafka en honor a uno de mis tantos autores favoritos Franz Kafka, a él pareció gustarle por qué no tardo en acostumbrarse al nombre. Kafka se convirtió en un gato mimado, la mayor parte del tiempo se la pasaba dormido y solo despertaba para comer y hacer sus necesidades fisiológicas, le gustaba recostarse en mi regazo cuando leía algún libro, siempre lo hacía en voz alta para que él pudiera escuchar, pero cuando dejo de ser un cachorro cambio drásticamente su forma de ser.

Kafka empezó a deambular sigilosamente por la casa, como si tratara de escuchar todas las conversaciones que se llevaban a cabo, dejo de ser el gatito cariñoso y mimado, repentinamente se intereso por mirar el televisor, al principio lo hacía disimuladamente pero después lo hacía con mas interés a veces llegaba de la escuela y encontraba el televisor encendido en el canal de las noticias, cuando Kafka se daba cuenta de mi presencia apagaba el televisor con su pata y se hacia el dormido, yo también me hacia la disimulada, y a nadie le llegue a contar sobre esas veces.

Dejo de recostarse en mi regazo, se desaparecía durante mis horas de lectura, cuando lo encontraba estaba de nuevo viendo el televisor, solo que veía programas educativos, como si quisiera aprender algo. Una tarde mientras veíamos televisión en familia, pregunte:
-          ¿Los gatos pueden aprender hablar?
Kafka que se encontraba “dormido” en uno de los sillones abrió los ojos, y comenzó a mover la cola, como si estuviera nervioso, fijo la vista en papá esperando a que respondiera mí pregunta. Papá me miro con desconcierto y soltó una carcajada
-          ¡Hay hija! ¿Cómo se te ocurren esas cosas? Por supuesto que los gatos no pueden aprender hablar, eso solo pasa en las caricaturas y en una que otra película de fantasía ¿De dónde sacaste eso?
-          Solo era una pregunta estúpida-, respondí y mire que el gato fijo la vista en mi y en su hociquito se esbozo una sonrisita sínica, cerró los ojos y dejo de mover la cola.

Empecé a cuestionarme sobre si no comenzaba a volverme loca, si no me estaba imaginando una historia sobre Kafka en mi cabeza, al final de cuentas era un gatito indefenso. Kafka me observaba fijamente desde el otro extremo de la habitación tan silencioso como cuando nos espiaba, era como si me estuviera analizando y pensando que en efecto me estaba volviendo loca, no sabía si yo lo vigilaba o él era el que me vigilaba.

 Cuando lo descubrí arrastrando un pequeño libro del estante, se me hizo gracioso al principio, pero cuando lo vi hacer lo mismo varias veces dejo de tener gracia. Los libros que arrastraba al principio eran de los del kínder de mi prima esos que enseñan las vocales, colores y todas esas cosas, pero después lo descubrí arrastrando los libros de la primaria, a nadie le parecía raro que el gato hiciera eso, a decir verdad nadie se daba cuenta lo que el gato hacia todos estaban tan sumergidos en sus pequeños mundos que lo menos que les importaba era el gato y su extraño comportamiento.

De repente comenzó a tomar mis cuadernos de la escuela, y a garabatear cosas sin sentido en ellos, nunca llegue a verlo pero sabía que era él quien dibujaba, días después esos garabatos tomaban más sentido y se convertían en letras mal hechas pero letras al fin de cuentas, quise decirles a mis padres sobre tal descubrimiento pero me tomarían por loca, termino por acabarse mis cuadernos tratando de escribir, y cuando al fin lo logro, comenzó a rondar la computadora, se escondía en la esquina de mi cuarto y observaba el proceso de encendido y apagado, días después mi papá me reprochaba el hecho de haber dejado encendida la computadora, Kafka me miraba con su sonrisita sínica, satisfecho de lograr que siempre terminaran culpándome a mí y no a él. Era un gato muy inteligente pues se encargaba de borrar el historial, para que yo no me diera cuenta de las páginas que visitaba.

Una mañana llegue de la escuela muy temprano debido a la suspensión de algunas clases, la casa estaba sola y muy silenciosa, lo más seguro es que mi mamá se encontrara haciendo las compras para la comida, papá trabajando y mi hermano en la universidad, pase por la sala sin hacer ningún ruido y ahí se encontraba Kafka, pero estaba leyendo, recostado sobre el sillón movía velozmente sus pupilas al igual que sus bigotitos y cuando terminaba le daba vuelta a la hoja con sus garritas, cuando se percato de mi presencia tiro el libro con su pata y volvió hacerse el dormido, de nueva cuenta sin hacer ni decir nada me fui a mi habitación y me encerré todo el día, que pasaría si le decía a mis padres que había encontrado al gato leyendo ni más ni menos que La metamorfosis, definitivamente no dudarían un segundo en mandarme al manicomio.

Esa noche no pude dormir pensando si el gato no trataba de darme un mensaje con el libro, como si quisiera decirme que le estaba pasando exactamente lo mismo que a Gregorio Samsa, pero en vez de convertirse en un gigantesco escarabajo,  el comenzara a comportarse como un  humano, o tal vez era yo quien me estaba convirtiendo en un gigantesco escarabajo y el tratara de ocultarme en mi habitación justo como lo hacían los padres de Gregorio, esa fue la primera noche que comencé a temerle a Kafka.

Los días siguientes intente alejarme del Kafka tener el menor contacto con él, pero cuando eso pasaba que desgraciadamente era muy a menudo me miraba sínicamente, como si tuviéramos una clase de  complicidad que ambos guardábamos un gran secreto que nadie más sabia, a veces sentía que se burlaba de mi, movía sus bigotes de un lado a otro  esbozaba su sonrisita sínica, tratando de darme a entender que él sabía que si  yo contaba su secreto nadie me creería que lo más probable era que terminaría encerrada en un manicomio de por vida, esa idea le agradaba bastante porque siempre movía los bigotes de un lado a otro cuando lo pensaba.
Las siguientes veces que lo encontré leyendo ya no se molestaba en fingir que dormía, apartaba su vista del libro por un momento para observarme movía los bigotes y volvía a fijar la vista en el libro. Comencé a sentirme en la obligación de llevarle más libros de la biblioteca de la escuela, y las veces que lo olvidaba, entraba en mi habitación y rasgaba mi ropa como una clase de advertencia.

Kafka ya no se conformaba con tan solo leer, escribir y usar la computadora, ahora también hablaba por teléfono, la primera vez que lo vi, se encontraba tan concentrada escuchando la conversación del otro lado del auricular, movía su hociquito como si estuviera discutiendo o algo por el estilo, cuando se percato de mi presencia colgó enseguida, me miro con recelo y se fue al despacho de papá, como si nada hubiera pasado.

En las semanas siguientes comenzaron a llegar paquetes extraños a mi nombre, sabía que no eran para mi si no para él, el me utilizaba solo para firmarle al mensajero y para dejarle el paquete sobre el sillón, nunca me atrevía abrir algún paquete aunque me estuviera muriendo de curiosidad, no sé si fue por temor a las represarías o porque comenzaba a convertirme en la mascota de mi propio gato.

Esta mañana mi padre me gritoneo por lo alto que había llegado la cuenta de la tarjeta de crédito, todo a mi nombre, Kafka me miro desde el sillón con su sonrisa sínica, quise decirle a mi padre que el gato había sido el que gastaba su tarjeta de crédito, pero me quede callada, ahora no sé cómo explicarle a mis padres que Kafka me controla.

lunes, 9 de julio de 2012

Incierto


La silueta desnuda de Sofía se reflejaba sobre una de las cuatro paredes del cuarto de Hotel, cuando el despertó fue lo primero que vio, tomo los lentes de la mesita que se encontraba junto a la cama, una espalda desnuda que solo estaba cubierta por una larga cabellera castaña hasta la cintura, la parte de abajo la cubría con una sabana muy al estilo romano, Augusto aun no lo entendía muy bien, pero los recuerdos empezaron a llegarle simultáneamente.

La noche anterior alguien tocaba desesperadamente la puerta de su habitación, Augusto la abrió con desconcierto y allí estaba ella, él la miro con curiosidad y no pudo evitar preguntar ¿Quién eres tú? Ella con toda la confianza del mundo respondió -Hola me llamo Sofía, y soy el amor de tu vida-. Enseguida se abalanzo sobre él y comenzó a besarlo apasionadamente, Augusto no volvió a preguntar más sobre ella y se dejo llevar por la pasión que ella le transmitía.

Sofía sintió la mirada penetrante de Augusto y volteo a verlo, era más hermosa de lo que el recordaba la noche anterior, su pálida piel contrastaba con la tenue luz que alumbraba la habitación, sus ojos tenían un brillo intenso, y su sonrisa era tan cálida, empezó a sentirse tan familiarizado con ella.

Dejo de cepillarse el cabello con sus dedos y se poso frente a él, su cuerpo era escultural y casi perfecto,  él miro determinadamente sus senos que le recordaron a los de su madre, unos senos redondos y perfectos  y que aún conservaban esa gravedad que las mujeres a cierta edad comienzan a perder, los recuerdos de pequeño de ver a su madre bañarse  volvieron a su mente, cuando la malicia no existía en su ser y podía ver unos senos tan hermosos sin excitarse, le gustaba tocar la punta del pezón y ver como la piel de su madre se ponía chinita, hizo un movimiento en el aire como si volviera a tocarlo, y el lunar que se encontraba bajo el pezón izquierdo de Sofía definitivamente era idéntico al de su madre.

Sofía rio mientras él hacia movimientos en el aire, tocando a una mujer imaginaria, ella tomo de un extremo la sabana que cubría la parte de abajo de su casi desnudo cuerpo y lo jalo dejando al descubierto su pelvis desnudo y rasurado, Augusto dejo de tocar a la mujer imaginaria fijo la mirada en ella, la perfección del pelvis desnudo y sin vello púbico, le hizo recordar de nueva cuenta su niñez, cuando  él y su hermana se miraban desnudos durante horas preguntándose para que servía cada parte del cuerpo, ella tocaba con la punta de su dedo el pequeño pene de su hermano, y el tocaba el pelvis de  ella, Sofia jalo la sabana que cubría la desnudez de Augusto  dejando a la intemperie  el flácido pene de él, se monto sobre él dejando cercas su pelvis del pene   y con la punta de su dedo lo toco con delicadeza.
-¿Y esto para qué sirve?-, pregunto mientras acariciaba el pene
- Con eso hago pipi-, respondió Augusto como si fuera un niño de cinco años
- Yo también hago pipi pero no tengo eso-, respondió sofia siguiéndole el juego
- escuche en algún lado que también servía para otra cosa
- Creo que ya se para que sirve-, respondió Sofia y se lo llevo a la boca
Esa conversación ya la había tenido con alguien mas pero ¿Con quién? Mientras ella seguía en lo suyo, el buscaba en sus recuerdos una conversación muy similar, hasta que la encontró, una tarde su hermana y él se encontraban solos en su casa, desnudos, se miraban mutuamente sin pena ni malicia se tocaban con curiosidad y se hicieron esa misma conversación a excepción del final de la primera.

Cuando Sofia termino, se acerco para besarle la frente su cabello cubrió el rostro de Augusto y pudo oler ese olor a Jazmin tan familiar, que no provenía de la noche anterior si no de años atrás. Su abuela solía entrelazar jazmines entre su cabello y por las noches antes de dormir iba a su recamara le daba un beso y cubría su rostro con su cabello impregnándole el aroma a jazmín. Augusto miro los ojos de Sofia un verde claro como el color del rio donde nadaba con su prima y sus labios tan carnosos y sensuales como los de su Tía Clemencia, y fue ahí donde entendió todo.

Sofia era la suma de todo lo que había amado en las mujeres que estuvieron a su lado en la niñez, comprendió que ella era su madre, su hermana, su abuela, su prima y su tia.
Pero entonces ¿Qué acababa de cometer? ¿ incesto?
Al ver la cara de desconcierto de Augusto, lo tomo tiernamente del rostro acerco su rostro al de él y dijo:
- Ahora lo entiendes debemos estar juntos siempre tu y yo
y comenzó a besar su rostro justo como lo hacían ellas.

sábado, 30 de junio de 2012

Te amo pero...


Te amo pero creo que a veces tu manera de ser es algo inestable, no puedo decir que eres bipolar porque no, es que eres muy inestable.

Yo creí que podría seguir tus pasos pero me di cuenta que tus pasos son muy agigantados, pensé que si soñábamos lo mismo viviríamos en un hermoso sueño pero ¿Desde cuándo empezaste a tener pesadillas? Creí que si escuchábamos la misma música estaríamos en la misma frecuencia, pero borraste tu playlist. Imagine que si dormíamos abrazados por las noches nuestros corazones se sincronizarían, pero me das un beso en la frente y te das la vuelta.

Te amo pero no sé quien este mal  en esta relación si tu, por alejarte de mí o yo por aferrarme a ti, no sé qué te importa menos, si lo que me sucede en el día o las noticias sobre deportes, no sé qué te hace sonreír más, si cuando acabamos de hacer el amor, o un poema de Neruda, no sé que odie mas de ti, si cuando me miras a los ojos o  cuando dejas de hacerlo, no sé qué odies mas de mi, cuando interrumpo tus lecturas para cantarte al oído, o cuando te digo que tus poemas son excelentes y me pides que sea objetiva.

Te amo pero ya no solemos mirar el cielo por las noches buscando las constelaciones, dejamos de escribir nuestros temores en papelitos de colores, amarrarlos a un globo y dejarlos ir, ¿Por qué ya no vamos al parque y nos besamos como si fuéramos adolecentes?  ¿Por qué cuando despierto llorando ya no me consuelas? Y las notas de amor que te hacía en el desayuno ¿Ya no las extrañas? Hace semanas que deje de hacerlas y a ti parece no importarte, yo extraño la rosa que solías dejarme junto al libro en turno que leía, extraño esos roses discretos bajo la mesa cuando íbamos a cenar con algún amigo, extraño tus besos en el momento menos esperado, extraño esa sugestiva mirada que me incitaba a quedarme toda la mañana y olvidarme que en mi trabajo había mil papeles por revisar. Extraño el “Te amo” de las mañanas, el “Te adoro” de las tardes y él “Me hacía falta tu luz” de las noches.

¿Cuándo soltaste mi mano? ¿Cuando deje de sentirme segura a tu lado? ¿Cuándo comencé hacerme invisible para ti? ¿Cuándo abandonaste las cartas de amor, por twitter? ¿Cuándo creíste que 140 caracteres eran suficientes para hablarme de amor? ¿Cuándo comencé hacerme preguntas sobre nuestro amor?

Te amo pero cuando pretendo alejarme de ti, me tomas de la mano y te aferras a mí.